Se estrenó en cines “LA ÚLTIMA NOCHE”, una comedia con un reparto de lujo que roza lo bizarro. Protagonizada por Griffin Davis ('Jojo Rabbit'), Keira Knightley y Matthew Goode, marca el debut de Camille Griffin como directora.
Mientras el mundo se encuentra en pleno apocalipsis, un grupo de amigos se reúne para celebrar su última navidad antes de que un gas mortífero termine con todo... Lo que en un principio parecía una festividad tranquila pronto se transformará en un día de puro caos.
Es una ópera prima con buenas ideas y un concepto interesante, pero que no termina de funcionar. Todo parece acelerado y precipitado. Entiendo que la velocidad con la que transcurren los hechos y su poco desarrollo está ligado a que estamos ante una historia que va a contrarreloj de la naturaleza. Sin embargo, esto no está bien logrado. Los primeros minutos tienen un montaje infernal donde no terminamos de ver un plano y ya pasamos al siguiente, habiendo una sobredosis de información innecesaria. Recién superado este momento, afloja un poco la cuerda y va de lleno al tema que compete a la película.
Hay indicios de lo que podría haber sido una obra destacable con ideas peculiares. Pero esto queda opacado por momentos de comedia innecesarios que dejan mucho que desear. Más allá de que la comedia es absolutamente relativa a cada uno, sus chistes son irrelevantes a los asuntos que trata. En un largometraje de tan solo 90 minutos, tenemos múltiples escenas que se podrían haber omitido y desencadenado el mismo final.
La contaminación y el daño al medio ambiente es un tema sensible hoy en día. Esto no quiere decir que mediante la banalización y la comedia no podamos reírnos de nuestras desgracias. Incluso con esta táctica se podría plantear una reflexión sobre nuestra sociedad y su ignorancia, tal y como lo hace la reciente “Don't Look Up”. Pero este filme no logra nada eso, simplemente escoge un tema de actualidad y lo utiliza de manera obvia para intentar causar interés. Esto sumado a un final polémico que dejará pensando a más de uno acerca de lo que realmente se quería transmitir sobre el tema.
“LA ÚLTIMA NOCHE” puede resultar más que interesante para aquellos fanáticos de la comedia bizarra. Roman Griffin Davis es el pilar de toda la cinta, su actuación es lo más destacable, y mejora la calidad de la obra en general. A pesar de esto, ciertas ventajas tanto en reparto y guión no se pudieron aprovechar del todo.
Por Felipe Benedetti