“Última Noche” nos presenta una temática navideña tergiversada: el fin del mundo llegará esa misma noche. Un drama tragicómico se desenvuelve mediante abundantes dosis de humor negro. La mesa está servida, nos disponemos a la última celebración. Imaginemos el desasosiego imperante, bajo la modalidad de sátira apocalíptica made in britan que recuerda a la reciente “No Miren Arriba” (Adam McKay, 2021). Una reunión que devela secretos del grupo, diversos entresijos vinculares y un plot twist que todo lo cambia sazonan una propuesta que coloca el punto sobre las íes en aspectos de crítica al orden social. La total devastación está mucho más cerca de lo que pensamos. Protagonizada por Keira Knightley, Matthew Goode y Roman Griffin Davies, el film rompe cierto verosímil prefigurado, lindante con registros más exagerados que reflejan miedos e inseguridades de sus protagonistas. Camille Griffin, debutante en materia de largometraje, dirige y guiona un relato ligeramente relacionado con cierto panorama distópico reconocible a nuestro tiempo. La ironía, la exageración y la incorrección política resultan tres valores omnipresentes en una obra dispuesta a debatir cualquier tipo de convencionalismo.