Una vez más los alienígenas invaden la Tierra. Una vez más provocan una masacre. Y una vez más habrá una batalla por la supervivencia o la aniquilación de uno u otro bando. “La última noche de la humanidad” se suma a la tendencia de explotar las teorías sobre el fin del mundo. Sólo en ese contexto se explica la existencia de esta producción cara y extensa que sigue las huidas y estrategias de un pequeño grupo de humanos que sobreviven al primer intento de destrucción de la Tierra por parte los extraterrestres para apoderarse de los recursos naturales. Todo narrado con la atmósfera inocente de las películas de ciencia ficción de los 60, personajes que resultan la (subrayada y vuelta a subrayar) encarnación de los valores humanos y un tono épico del guión que de tan reiterado termina quitando cualquier resto de verosimilitud.