Desde la lejana Noruega finalmente llega los cines La Última Ola, película que fue seleccionada por el país nórdico para competir en la categoría Mejor Película de Habla no Inglesa en la última edición de los Premios de la Academia. Cine catástrofe, una montaña que acecha todo un pueblo, un geólogo y toda su familia en peligro, ¿qué puede salir mal?
Mujeres y niños primero
La Última Ola abre el juego presentándonos una serie de fragmentos de noticieros noruegos en los que se detallan sucesos análogos a lo que ocurrirá en la película: un geólogo y su familia viven en el fiordo de Geiranger, un paradisiaco pueblo entre montañas de Noruega. Pero el día en que el geólogo Kristian y su familia deciden mudarse del apacible poblado, se desatará algo que todos sabían que iba a pasar, pero sin conocer cuándo iba a ocurrir.
Hay que resaltar un detalle que resulta ser de fuste acerca de esta cinta: La Última Ola fue todo un acontecimiento en los cines noruegos, no sólo por el éxito que tuvo y los records que batió, sino porque no deja de sorprender que con un presupuesto tan acotado (6.4 millones de dólares) se hayan lanzado a la aventura de producir una cinta de cine catástrofe, algo que sólo estaba reservado para los tanques de Hollywood. Por suerte, esta propuesta noruega no defrauda y el resultado es bastante satisfactorio.
Alrededor de esta propuesta hay varias aristas que merecen ser destacadas: comenzando por su carismático protagonista (quien guarda un cierto parecido con Daryl de The Walking Dead), y –exceptuando al tronco que interpreta al hijo– todo el elenco está bien elegido. Los paisajes son una caricia a la retina: cada escena está cuidada al detalle, y eso se nota en la fotografía y en los espectaculares escenarios. Absolutamente todo está colocado con absoluto puntillismo.
El pulso narrativo que le impregnó el director Roar Uthaug hace que los primeros compases de la cinta resulten un tanto flemáticos, lo cual no quiere decir que sean aburridos, todo lo contrario. Pero cineasta decide tomarse un buen tiempo para desarrollar los personajes y construir la relación tan cercana que existe entre la familia protagonista.
Sin perjuicio de todo lo anteriormente detallado hay que nombrar los graves defectos que terminan asolando un poco la experiencia que busca brindar esta propuesta: existen un sinnúmero de actitudes totalmente imbéciles que cometen los protagonistas, varios agujeros de guión, y la cinta se torna un tanto predecible, y si bien todo esto forma parte del lado oscuro de esta propuesta, la película no deja de brindarnos una hora y cuarenta de puro entretenimiento. Algo que Hollywood a veces no puede lograr ni con sus toneladas de dólares.
Como dato de color vale resaltar que Roar Uthaug, el director de esta cinta, será el encargado de dirigir a la ganadora del Oscar, Alicia Vikander en el próximo reinicio de la saga de Tomb Raider.
Conclusión
Sin caer en un discurso panegírico, tenemos que decir que La Última Ola es una propuesta de cine catástrofe distinta que brinda un poco de aire fresco a este género. Imponentes paisajes, buenas actuaciones, una música que pone los pelos de punta, y cada detalle cuidado al máximo componen una producción digna de disfrutar en la pantalla grande. Eso sí, no esperen grandes secuencias de efectos especiales, porque las que hay resultan pocas, aquí todo es más artesanal, y eso agrada.