Los peligros de la creación
Benavídez es un profesor de plástica casado con una joven pintora. Una noche discuten acaloradamente y él carga su valija y deja su hogar para buscar asilo en lo de su psiquiatra, también coleccionista de arte. Al día siguiente, Benavídez descubre el secreto que oculta esa casa: es una mansión de artistas que participan de un tratamiento diseñado para ampliar sus espectros creativos. Atrapado allí, y ya totalmente confundido, será sometido a un tratamiento. En su intento de escapar recorrerá distintas habitaciones y pasillos de la mansión y en esos lugares su memoria se posará en aspectos de su vida y en la relación con su padre y con su esposa, para encontrarse al final del camino con una revelación que cambiará su destino.
La directora Laura Casabé supo insuflarle a esta historia la necesaria dosis de suspenso y así el entramado se convierte en un thriller por momentos asfixiante que sigue la desesperación de ese profesor convertido en paciente, que deberá transitar por las más angustiantes pesadillas.
El elenco -encabezado por Jorge Marrale, de inquietante mirada; por Guillermo Pfening, impecable como ese ser atormentado, y por la gran Norma Aleandro, en un breve papel- apuntala este film, que además, y sobre la necesidad de imponer el siniestro clima, cuenta con una excelente fotografía y con una música que supo subrayar cada una de sus escenas.