Dentro de la sección Noches Especiales del festival, tuvo su Premier la película Argentina de la directora Laura Casabé -"El Hada Buena: Una Fábula Peronista"-, protagonizada por Norma Aleandro,Jorge Marrale y Guillermo Pfening.
Basada en el cuento homónimo de Samanta Schweblin, La valija de Benavidez es una especie de Thriller psicológico, por momentos fantástico y con algunos ribetes de humor negro, donde Pablo Benavidez -Guillermo Pfening-, un escultor y profesor de plástica e hijo de un respetado artista, una noche se pelea con su esposa -Paula Brasca-, una pintora en ascenso, y huye de su casa con su valija a la residencia de su psiquiatra -Jorge Marrale-, quien también está vinculado al mundo del arte.
Allí, lo que parece haber sido una ayuda en la noche tomara otras dimensiones cuando a la mañana siguiente el doctor le proponga quedarse en la residencia y comenzar un tratamiento especial diseñado para ampliar su espectro creativo.
Tomando como disparador el comienzo del cuento original, pero sin revelar cierta información, utiliza la valija como especie de MacGuffin hitchconiano para dar curso a un relato cuyo comienzo nos ubica en las puertas de un Thriller psicológico, pero que a medida que avanza se zambulle en lo fantástico con escenas kafkianas y por momentos surrealistas -por cierto muy bien logradas-, pero demasiadas inverosímiles y con tonos caricaturescos para el tono del relato, quitándole tensión y distanciando de algún modo al espectador.
Las buenas actuaciones del elenco protagónico, Guillermo Pfening en un gran trabajo manteniendo siempre el tono del genero, Norma Aleandro como la curadora y Jorge Marrale como el psiquiatra -tan perversos como caricaturescos-, no se condicen con la galería de estrafalarios personajes secundarios que caen en el grotesco, y lo que prometía ser un oscuro y siniestro Thriller psicológico termina siendo una simpático film (de impecable factura técnica) que satiriza al esnobismo y las pretensiones del mundo del arte, donde muchas veces los críticos se empeñan en extraer significados forzados o ven belleza en aquellas producciones que son la herida abierta del artista.