Un muy digno exponente del cine de género argentino.
Pablo Benavidez (Guillermo Pfening) es un escultor y docente que tiene la desgracia de haber seguido el rumbo profesional de su padre, un reputado artista ya fallecido que, para casi todos, era mucho mejor que él. Para colmo su mujer (Paula Brasca) es una ex alumna que amenaza con superarlo, hecho que desata su explosión psicológica.
Dirigida por Laura Casabé y basada en el cuento homónimo de Samanta Schweblin, La valija de Benavidez se convertirá rápidamente en un thriller psicológico. Sucede cuando Pablo llega hasta el caserón de su psicólogo (Jorge Marrale) en busca de asistencia, lugar donde rápidamente terminará formando parte de un particular experimento para inspirar artistas que el especialista comanda junto a una crítica de arte (Norma Aleandro).
El film logra sostener un interés creciente gracias a un guión que dosifica no sólo la información, sino también entremezcla sus distintas vertientes con frescura y sapiencia. Sátira al snobismo del mundillo artístico, película de terror cuyo malvado es un psicólogo, comedia negra sobre un vínculo amoroso en quiebra, tenebrosa y, en sus mejores momentos, perversa, La valija de Benavidez es un digno exponente de un cine argentino que entiende -y se divierte con- los géneros.