Se trata de uno de esos filmes que se destacan por su contundencia y no por su originalidad, con un tema tan desagradable como importante. Encima, basado en un hecho real. Kathryn Bolkovac es una policía de Nebraska que sirvió en las fuerzas de pacificación en la posguerra de Bosnia, a cargo del adiestramiento de las fuerzas de seguridad locales. Pronto se entera de oscuras prácticas que salpican a altos funcionarios de las Naciones Unidas y que tienen que ver no sólo con un caso de tráfico sexual sino también la historia de un grupo de jovencitas reducido a un estado de esclavitud lacerante que avergüenza a la especie humana. Una gran actuación de Rachel Weisz y un minúsculo rol de la sensual Monica Bellucci, Lejos del morbo, un relato duro que no decae en ningún momento.