Miserabilismo Progre
*Agradecimiento especial a Laura Dal Poggetto por las ideas y conceptos que ayudaron a terminar esta crítica.
Hay veces que se habla de películas "necesarias" porque tocan "temas importantes".
Esta supuestamente es una de ellas.
Basado en hechos reales descriptos por la propia protagonista (en su novela) sobre la trata de blancas en Bosnia este es uno de esos temas que "no dejará indiferente a nadie".
Tantas argumentaciones se podrían seguir diciendo desde el lugar común que si continúo enumerándolas creo que voy a morir.
Es cierto que el tema es importante, que hay que contarlo, y me parece de lo más aberrante la trata de blancas ¿Pero esto hace a una buena película?
Paremos de contar.
Tocar temas importantes no hace buena a una película (linkear a Gonzalez Iñarritu).
¿Por qué no es buena esta película?
Porque es miserabilismo con ínfulas de conciencia social. Porque la directora cree que por desenfocar la cámara y agitarla de a ratos uno debe sentirse tocado por lo que sucede. Porque según esta especulación, Hostel esta buena si la hacés bajo un halo denuncista y con la excusa de hechos verídicos.
La película nos ubica inicialmente en EEUU y Ucrania, dos destinos distantes y a priori, difíciles de unir. Ahí esta Kathryn Bolkovac (Rachel Weisz) pidiendo un traslado porque el ex marido se lleva a la hija de ambos y necesita dinero para poder mudarse, y además, pagar sus deudas. Entonces le ofrecen ir a Bosnia post guerra de los Balcanes (en el año 1999) como fuerza de paz de las Naciones Unidas a través de una empresa contratista multinacional que paga más que bien.
Una de las cuestiones por las que falla la película es que desea abarcar demasiado, haciendo aparecer numerosos personajes de llanas interpretaciones que no ayudan a la vinculación con la historia. Pero principalmente la desfavorece marcar morbosamente varias situaciones en su explicación (y sobre explicación) de la conspiración de tratas en la que están incluidas tanto las fuerzas de paz como funcionarios diplomáticos (todos ellos con inmunidad) ya sea como partícipes activos o como encubridores.
Es innecesaria su reiteración en exponer las fotos de las torturas sexuales a las jóvenes secuestradas. Había quedado clara la situación de total ignominia de las que eran victimas con la imagen de las cadenas ensangrentadas, los preservativos diseminados por el suelo, el colchón sucio, la palangana para las necesidades.
Resta también en su obviedad.
¿La ONU es una organización burocrática que responde a intereses particulares?
La única que puede sorprenderse de eso es la inocente Rachel Weisz (quizás comparte la visión americana de lo que sus instituciones y empresas ejercen en el resto del mundo).
¿Los militares son machistas, despóticos y crueles?
Pucha, esta película me abrió los ojos.
Demasiado regodeo macabro para buscar impacto en donde ya sobraba crueldad e injusticia.