La interpretación de su vida.
Tras algunos años distanciadas, Fabienne (Catherine Denueve), una aclamada actriz francesa que acaba de publicar un libro autobiográfico, vuelve a recibir en su casa a su hija Lumir (Juliette Binoche), quien regresa a París junto con su esposo e hija pequeña. El argumento principal de la visita es ni más ni menos que para festejar la publicación de “La Vérité (La verdad)”, el libro que a decir verdad es absolutamente todo lo contrario a su título, ya que está plagado de incongruencias y hechos totalmente inexistentes.
Es así como ya en las primeras escenas, este film marca una clara distancia entre madre e hija, quienes reviven sus problemas del pasado a medida que Lumir avanza en la lectura del libro. En sus encontronazos, regresa a la vida la figura de Sarah, una actriz aclamada a la par de Fabienne que supo ganarse el corazón de Lumir. Es así como este film, dirigido por Hirozaku Koreeda, comienza a tejer un melodrama que encuentra sus mejores momentos en el descanso cómico pero sobre todo en la poética de la imagen, quien no solo captura el aura sentimental de cada secuencia sino que consigue que esta funcione como un recurso narrativo de gran valor para la cinta.
Esta es una historia sencilla y personal, que busca tratar sobre todo la sensibilidad que nace de cada recuerdo, y como cada uno de estos depende a la vez de quien los trae al presente. Es así entonces como esta película propone un viaje sentimental en donde el recorrido estará plasmado de diferentes tipos de ego que habitan en el mundo de la actuación; interpretados espléndidamente por Catherine Denueve y Juliette Binoche, quienes le insuflan vida a este íntimo drama familiar.