Una película de una arrolladora potencia actoral
Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, por decisión unánime de un jurado presidido por Steven Spielberg; sumado a la controversia de sus extensas escenas de sexo y el escándalo mediático existente entre su director y sus actrices, hacían de esta un titulo que debía ser visto, por lo menos, para saber a qué se debe tanta polvareda.
Ni bien empezó la función, todos los rumores y controversias dejaron de importar, para dar paso a la apreciación de una película tan intensa, que tal vez no quede en el recuerdo narrativamente, pero si lo haga como el contundente, maduro y comprometido tour-de-force de dos jóvenes talentos.
¿Cómo está en el papel?
Adaptación de la novela gráfica Blue is the Warmest Color de Julie Maroh, la película cuenta la historia de Adele, una adolescente que experimenta las típicas dudas e inseguridades que caracterizan a ese periodo de la vida. La historia hace hincapié en el despertar sexual y romántico de dicho personaje, cuya vida da un giro de 180 grados cuando conoce a Emma, una estudiante de arte mucho mayor que ella, con quien inicia un romance; el cual no está exento de los mas intensos, fogosos y detallados episodios sexuales que uno como espectador se pueda imaginar.
El desarrollo narrativo no decepciona de ninguna manera. El espectador siente junto a Adele la búsqueda de su identidad como ser humano, así como las intensas y más crudas emociones del derrotero de su historia de amor con Emma, que, a cada paso que da, uno no puede evitar sentir que dejan una marca. Pasándoselo en limpio: una película que tiene uno de los más complejos y profundos desarrollos de personaje que he visto en mucho tiempo.
Estructuralmente hablando, si bien hay alguna que otra escena que no aporta nada, dramática o argumentalmente, no parecen sobrar si se las ve como un todo. Estas pequeñas escenas, muy sutilmente y entre líneas, ponen de manifiesto los temas de la película, y si uno escarba lo suficiente, encontrará hasta más de una intriga de predestinación.
¿Cómo está en la pantalla?
Por el costado de la técnica, estamos hablando de un tratamiento fotográfico sencillo en materia iluminación, pero con un abundante uso de primerísimos planos, organizados a través de un sobrio montaje que corta en el momento justo; sobre y hacia las expresiones clave de las intérpretes en cada escena.
En lo que al aspecto actoral se refiere, diré que se nota a la legua la razón por la cual el jurado eligió darle la Palma de Oro al director de esta película junto a sus actrices, en vez de al director solo. Abdellatif Kechiche no hubiera podido sostener una película de tres horas ––sobre todo una donde 9 de cada 10 planos son primeros planos–– si no fuera por los extraordinarios monstruos que tuvo por actrices. Lea Seydoux y Adele Exarchopoulos se devoran la película; sus intensas y conmovedoras interpretaciones son la principal razón de que esta película de tres horas parezca de menos.
Aunque la película va a marcar un antes y un después en la carrera de ambas, la que tiene más chances de beneficiarse en materia premios es Exarchopoulos. La gama de emociones y expresiones que despliega esta señorita es de tal variedad y riqueza que no tiene desperdicio. Es admirable la capacidad que posee para manifestar los deseos y sentimientos de su personaje hasta con en el más extenso de los silencios. Con apenas 20 años, ella ha hecho un contundente despliegue de madurez actoral que no se olvidará con facilidad.
Conclusión
Si bien por los temas que trata, la crudeza en como los trata y la exigente extensión de tiempo que le toma el hacerlo, ésta definitivamente no es una película para todo el mundo. Pero aquellos que apuesten a este particular tipo de cine, o simplemente quieran aventurarse a algo distinto, se verán recompensados con dos trabajos interpretativos de gran compromiso, madurez y honestidad.
- See more at: http://altapeli.com/review-la-vida-de-adele/#sthash.W7q56wJj.dpuf