Las distintas circunstancias de la vida en el pueblo
El nuevo cine argentino se ha encargado de retratar historias relacionadas al modo de vida en el pueblo y en como las situaciones cotidianas afectan de determinadas maneras a sus habitantes, generalmente desarrollándose a través de un suceso en particular en lo que girara la trama del film.
La reciente Cerro Bayo de Victoria Galardi en dónde una mujer mayor intenta suicidarse o en El Último Verano de la Boyita de Julia Solomonoff con la traumática situación de un chico hermafrodita fueron algunas de las películas que manifestaron hechos de esta índole y lo que implican en una forma de vida periférica. En La Vida Nueva, segunda obra de Santiago Palavecino, la acción en cuestión será entorno a un adolescente que es apuñalado por otros jóvenes y quedará en coma.
Juan (Alan Pauls), un veterinario que tiene una relación conflictiva con su mujer Laura (Martina Gusmán) que esta embarazada y duda en tenerlo, será quién por casualidad presencie el hecho delictivo y lleve al damnificado al hospital del pueblo, en tanto que ahí se encontrará con Martínez (Néstor Sánchez), uno de los hombres más poderosos del lugar, quién al saber que su hijo fue uno de los culpables del hecho en cuestión intentará sobornarlo para que no declare nada.
La Vida Nueva explorará las sensaciones de los diversos protagonistas que se encuentran asfixiados por la corrupción de la Policía del lugar que quiere esconder el hecho; a todo esto Laura, que es profesora de piano de Sol (Ailín Salas) y que nunca pudo explotar su talento musical al no poder irse del pueblo, se reencontrará con Benetti (Germán Palacios), un viejo novio que volvió a la pequeña ciudad debido a que es el tío del chico internado.
El film de Palavecino muestra como en lo que parece ser una localidad chica dónde no sucede nada, ciertos hechos pueden tener importantes consecuencias en lo que respecta a las personas más influyentes, o sea que cuando algo pueda afectar a los poderosos no existe la justicia y las relaciones se entrelazan por conveniencia.
Pero también será muy destacado como el film destaca temas un tanto secundarios en la narración como el adulterio, el aborto y el deseo de fuga. Cada uno de los protagonistas manifestará sus deseos y temores en un marco dónde las acciones y los impulsos toman mayor valor que la palabra. Palavecino se encarga a través de planos largos y consistentes de mostrar el interior de sus personajes, entre escenas poco dialogadas pero con los gestos justos.
La Vida Nueva conlleva en una obra muy correcta, que con destacadas actuaciones y un entonado desarrollo visual, hacen que el segundo film de Palavecino tras Otra Vuelta sea una película con un trascendente proceso crítico de las alternativas de la vida en el campo, que por lo tanto es para tener en cuenta dentro de las nuevas producciones del cine nacional.