“La vida que te agenciaste”, de Mario Videla, sigue al autor en el reencuentro con otros bohemios de los ’90, entonces unidos por una mitificada revista de poesía y ahora desperdigados hasta por Japón y Filipinas, todavía poetas, pero ya asentados en labores diversas, desde la de traductores y editores hasta la de profesor de tango, gigoló y repositor de mercado.