En esta oportunidad, su protagonista, el perro Max (voz original de Patton Oswalt), ultra domesticado, mimado, que le gusta llamar la atención y ama a su dueña, vive nuevas experiencias a partir de la llegada de un nuevo integrante a la familia, nace Liam (Henry Lynch). Después lo llevan por primera vez al veterinario y emprende un viaje al campo junto a Duke (Eric Stonestreet en inglés. La voz en español se la da Martín Mariano «Campi» Campilongo), pero previamente le deja encargado a su vecina, Gidget (Jenny Slate), una perrita, delicada, enérgica, tierna y que esta perdidamente enamorada de Max, que debe cuidar su juguete abejita.
Pero irán surgiendo una serie de situaciones complicadas; por un lado Gidget pierde el juguete de Max, que cae en la casa de una anciana que vive con muchos gatos; debe ayudarla la gata Chloe (Lake Bell). Por otra parte el conejo Snowball (Kevin Hart) personaje que te hará reír a carcajadas y la perrita Daisy (Tiffany Haddish), intentarán salvar a un tierno felino de los maltratos de su dueño Sergei (Nick Kroll) que vive en un circo ambulante custodiado por unos lobos feroces y pasarán por momentos muy complicados. Mientras Max y Duke no la pasan muy bien en la granja, allí los animales duermen afuera. Max en ese lugar se relaciona con un Perro Pastor Galés Rooster (voz original de Harrison Ford, «Indiana Jones y la última cruzada», próximamente», Indiana Jones 5″ en el 2021) robusto, imponente, elegante que manda, trabaja ordena todo y se relacionan.
Como verán su desarrollo es mas coral, las historias se dividen cada una de ellas con nuevas aventuras, distintos episodios, ingresan otros personajes, hay picardía, emoción, una estupenda animación, mucho color, una buena banda sonora, tiene varios guiños y referencias de otras películas, incluye varios mensajes, es muy liviana, sin sorpresas, ni giros en la trama pero cumple con la propuesta de divertir y entretener. Cuando finalice toda la acción no te muevas de tu butaca porque hay escenas post créditos.