¿Quien no fantaseo alguna vez con averiguar lo que hace su perro o gato cuando uno se va? Esa es la premisa con la que se promociona La vida secreta de tus mascotas, pero lamentablemente, el film queda muy lejos de eso.
Max es un tierno perrito con la suerte de tener un ama, con quien siente que mantiene la relación perfecta. Max tiene muchos amigos con los cuales comparte su día mientras su dueña esta trabajando, pero en cuanto vuelve, el centra toda su atención en ella. El problema surge cuando un día, volviendo del trabajo, trae a Duke, un gigantesco perro al que adopto de una perrera, y con el cual Max se lleva mal desde el primer instante.
La película es extremadamente eficaz, apunta a un público obviamente infantil, pero a diferencia de otros dibujos animados, no reviste demasiado interés para el público adulto que lo acompaña. La premisa del “que estará haciendo mi perrito cuando yo no estoy” desaparece muy temprano en la película (no hay nada de ese hilo argumental que no se haya visto ya en el trailer) e inmediatamente se transforma en otra película más en la cual un grupo de animales que habla se traslada de un lugar a otro y, tal como viene pasando últimamente en muchos de estos films, el crecimiento que supone tiene que realizar el personaje, es casi efecto de la ósmosis, y no tiene nada que ver con la metáfora de las experiencias vividas.
El doblaje al español es correcto aunque algo torpe con el desesperado intento de argentinizarlo, mezclando la palabra ‘che’ cada dos o tres frases, vocablo que queda perdido en medio de mucho acento neutro, aun en el propio Campi que tiene a su cargo la voz del torpe y grandote Duke.
El punto a favor que tiene La vida secreta de tus mascotas son los personajes. Apuntan sin ningún miramiento a enternecer al público infantil al cual va dirigida, y en ese sentido, es claramente una producción que va a enamorar a los chicos durante las vacaciones de invierno.
La vida secreta de tus mascotas es un film de animación en todo aspecto menor que la mayoría pero que es tan preciso al momento de enganchar a su audiencia, que nadie saldrá del cine disconforme, excepto aquellos que buscan algo que haga honor al trailer que los atrajo hace más de un año.