La Cinemateca Uruguaya es una institución de rescate y memoria cinematográfica como hay pocas en el mundo. El sitio donde Homero Alsina Thavernet diera a conocer a Bergman al mundo, es comparable a la gran cinemateca de París. Ahí trabaja Jorge (Jorge Jelinekk, crítico de cine ganador del premio BAFICI al mejor actor), que es más que un proyeccionista. Las películas y la cinemateca son su vida. La cuestión es que los números no dan, las asistencias han caído y están en la quiebra. La cinemateca no produce dinero, así que la tienen que cerrar. Si bien, para Jorge es como si se le acabara la vida, tambien es la oportunidad de salir y recorrer el mundo.
La segunda obra de Veiroj es una fábula de amor por el cine, los clásicos y los lugares donde los cinefilos nos refugiamos para regocijarnos con este hermoso arte, pero a la vez tambien es una metáfora acerca de “la muerte del cine” (aunque no sé cuan seria es esta información) y por otro que los cinéfilos somos ratas adictas al cine que nos falta ver el mundo real y enamorarnos. Con ternura y una soberbia puesta en escena blanco y negra, meticulosa, llena de claros oscuros, La Vida Util peca de ser demasiado corta, pero aún así es divertida, entretenida, nostálgica, original y da pie a la reflexión.
Hay cameos y homenajes para los cinefilos y críticos como Jorge.