Hubo una época dorada en Hollywood en la cual afloraban los thrillers donde completos extraños se insertaban en la vida de inocentes e inmaculados protagonistas para luego sacarse las caretas y revelar a un psicópata debajo de ella. Este subgénero, muy en boga durante la década de los ’80 y los ’90, tuvo como estandartes a títulos como Fatal Attraction y Single White Female, sin contar los numerosos intentos de colgarse de la cola de ese cometa, que tantos réditos monetarios les dieron a sus productoras. En los últimos años el peculiar subgénero parece haber desaparecido, aunque un par de descafeinados referentes –The Roommate, The Guy Next Door, entre otras- han querido mantenerlo a flote. El estimado director Neil Jordan, quien en su diversa carrera ha entregado recordadas joyas como The Crying Game, Interview with a Vampire y muchas más, es el encargado de darle respiración boca a boca al género con un elenco más que interesante, pero Greta se queda a medio camino entre lo que es y lo que quiere ser.