Los testimonios de Auschwitz.
La historia es difícil de digerir para un pueblo derrotado, pero aún más arduo es reconstruir la memoria a partir de la búsqueda de verdad en un territorio hostil. Allí donde el pasado ha sido enterrado y los sabuesos protegen sus cementerios, solo unos pocos se atreven a adentrarse arriesgando la integridad y la carrera personal por un ideal jurídico moderno como la verdad. Laberinto de Mentiras narra la investigación previa y los pormenores que condujeron al primer proceso judicial alemán contra los oficiales de las SS destinados en Auschwitz que habían cometidos asesinatos durante su servicio.
Tras la prescripción de los crímenes de guerra en 1955 salvo el de homicidio, la mayoría de alemanes que habían participado de alguna manera del régimen nacionalsocialista dirigido por Adolf Hitler se sentían impunes, hasta que, tras una denuncia de un sobreviviente, el joven fiscal Johann Radmann y el periodista Thomas Gnielka se asociaron para llevar ante la justicia a varios de los asesinos de las milicias nazis.
El inexperto Radmann, protegido por el fiscal general Fritz Bauer, comienza a entrevistar testigos que relatan acontecimientos que describen algunas de las escenas más escalofriantes de la Europa cultivada. Laberinto de Mentiras apunta principalmente a una transposición del espectador hacia la Alemania de fines de la década del cincuenta y principios de los sesenta, con todos sus cambios culturales y el desconocimiento de los jóvenes ciudadanos teutones del pasado de su país en base a una política de ocultamiento del Holocausto.
El primer largometraje de Giulio Ricciarelli sigue la vida profesional y personal de Radmann durante la investigación para detallar la obsesión del fiscal por los crímenes del perverso médico Josef Mengele, quien experimentaba con los prisioneros del campo de concentración ubicado en Polonia. La grandeza de la película y el gran acierto del realizador es la sensación de realismo más cercana por momentos al teatro que al cine. Las extraordinarias actuaciones de todo el elenco, en el que se destaca el protagonista Alexander Fehling, y la cuidada fotografía de Martin Langer y Roman Osin respaldan esta gran reconstrucción de uno de los capítulos más valientes de la República Federal Alemana.
Sin dejar ningún cabo suelto, Laberinto de Mentiras se adentra en la historia alemana y encuentra un punto de inflexión que marca un cambio cultural a nivel mundial para mirar el presente a través del pasado. La verdad es nuevamente puesta sobre el tapete de la historia y sopesada desde todos los ángulos para seguir de cerca la dialéctica entre el drama de los sobrevivientes de los campos de concentración nazis y la reinserción de los torturadores y asesinos en la sociedad luego de la guerra para que la interrogación por la esencia feroz de la humanidad siga viva.