Ladrona de identidades

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

TODOS FALSIFICAN

Estafador -parece insinuar esta comedia- somos potencialmente todos. Depende en qué lugar nos encuentre la mala. Una gordita simpática, abandonada y mal querida se dedica a robar tarjetas de crédito. Y va al shopping y hace desastres. Un día cae bajo sus garras un hombre bueno, y trabajador, intachable jefe de familia. Le llueven las cuentas, su vida se torna un infierno y no parará hasta dar con la que la ladrona. La encuentra en Florida y los dos regresan a Denver. Quiere entregarla para poder lavar su nombre y recuperar trabajo, decencia y calma. El viaje estará lleno de incidentes y será un aprendizaje para los dos. Ella pagara sus culpas y el jefe de familia se dará cuenta que la necesidad tiene cara de estafa y que la tentación hace al ladrón. El film es muy básico en sus resoluciones y en sus exageraciones, pero en lugar de explorar algunas interesantes ideas (¿nada es legítimo? ¿la identidad la da más la tarjeta de crédito que la biografía?) prefiere hacer las paces con la corrección política y elegir un final liviano, impostado y feliz.