Con una pareja despareja ideal para el género -mujer traumada, desprolija, marginal, buscavidas y finalmente estafadora, frente a hombre de familia y empleado standart que acaba de obtener un mejor empleo-, Ladrona de identidades es la nueva comedia de Seth Gordon, responsable de un buen exponente como Navidad sin los suegros y de otro magnífico como Quiero matar a mi jefe. Este último, revulsivo y audaz título había contado con un elenco formidable, encabezado precisamente por Jason Bateman. Aquí este comediante tan solicitado luego de La vida de Juno, comparte cartel con la voluminosa y ascendente Melissa McCarthy, camino al estrellato luego de Damas en Guerra. Esto ya garantizaba momentos chispeantes, pero la buena idea puesta en juego por el guión de Craig Mazin le otorgan al film condimentos atrayentes, que se emparentan con esquemas de algunas comedias sarcásticas del cine americano más reciente. Mezcla de comedia de enredos con road movie, Ladrona de identidades, dentro de su alocada persecusión, incorpora otros personajes y situaciones, no todas logradas pero sí muy humorísticas, aún en sus procacidades. Un segmento final emotivo redime a este par de desafortunadas criaturas, en una parodia que puede ser disfrutada u odiada, dotada de algunos divertidos intérpretes secundarios además de la buena dupla protagónica.