Una semana después del estreno de la gran Llámame por tu nombre llega a los cines argentinos otra coming of age nominada al Oscar. Lady bird cuenta una historia muy intimista sobre una adolescente un tanto sapo de otro pozo en su propia vida.
Una que se siente alienada, que no encaja. Tanto en su colegio como en su casa. Y por más que el espectador nunca haya experimentado algo así, es imposible no identificarse con todo lo que se ve en pantalla.
Lady Bird se siente muy familiar y cercana en todo. Más aún si fuiste adolescente a fines de la década del 90, ya que el consumo pop pasa por ahí. Aquí vale aclarar los toques autobiográficos de la película, ya que su guionista y directora Greta Gerwig pasó por algo similar en su vida.
Es muy probable que la realizadora se alce con el Oscar a Mejor Dirección el próximo domingo, no solo porque es lo que la Academia está buscando en este momento sino también por lograr una narrativa indie que atrapa al maintream. Si bien ya poseía experiencia en co-dirección tras su paso por detrás de las cámaras en Nigths and weekends (2008), aquí la actriz devenida en directora se sienta sola por primera vez y hace un trabajo magnífico.
Pero es en la relación madre/hija donde el laburo de Gerwig se destaca. Los diálogos son muy ingeniosos y muy palpables.
Amén de las dos excepcionales actrices que componen los papeles.
Ya desde sus inicios, el trabajo de Saoirse Ronan fue siempre contundente, pero en los últimos años brilló con otra nominada al Oscar como lo fue Brooklyn (2015) y ahora aquí interpretando a este personaje del cual querés ser amigo si o si. Sus explicaciones, visión del mundo, despertar sexual (todos los elementos coming of age) son bien sentidos y reales.
Lo mismo pasa con los duelos verbales encarga contra su madre. Aquí la genial Laurie Metcalf le da vida a alguien que en la distancia no reconocemos con el estereotipo que poseemos de una madre (por ser argentinos y/o latinos) pero al mismo tiempo posee una gran universidalidad.
A nivel técnico la puesta de Lady Bird es simple, pero poco importa en este caso por el tipo de historia que se quiere contar y su gran nivel actoral. Lady Bird es un gran filme de corte indie que logró meterse en la contienda a mejor película por sus grandes méritos. Merece ser vista por la mayor cantidad de público posible.