Diana Spencer, sin su título de “Alteza Real” murió en un accidente en Paris el 31 de agosto de l997, cuando el auto en el que viajaba se estrello en el Puente del Alma. A pesar del tiempo transcurrido su vida y su muerte siguen llamando la atención. Y lo que hace el realizador de este documental, Ed Perkins, es utilizar el material conocido, emitido por todos los medios de comunicación, pero con una estructura que permite la narrativa del cuento de hadas que termino mal. Desde que Diana despertó la curiosidad periodística, apenas comenzaron los rumores de su compromiso con el príncipe Carlos, su vida alimentó las publicaciones de todo el mundo, la avidez televisiva, y el casamiento fue un fenómeno de audiencia mundial. Claro que cuando comenzó a caerse la fachada de la pareja perfecta, y afloraron los engaños, los problemas de salud, Camila Parker Bowles y toda esa historia conocida, la exposición de su vida llegó al paroxismo. Todo está detallado en este film que no ahorra algunos comentarios críticos con respecto a Diana y otro y se multiplican con la familia real. No es un panegírico, se parece más al retrato de una mujer que intento en vano tener una vida independiente de la familia real. Es particularmente acertado esta realización que dedica mucho tiempo a sus funerales y a los testimonios de hombres y las mujeres que la adoraron sin reservas. Ideal para ese público.