Así como existen los documentales de autor (con mucho énfasis en la primera persona) o los de impronta más televisiva (con espíritu más didáctico y sustentados sobre todo en testimonios a cámara) también están aquellos basados solo en el archivo. Este último es el caso de Lady Di (The Princess es el título original), que reconstruye la historia de Diana Spencer desde que siendo todavía una adolescente de 17 conoció a Carlos, príncipe de Gales, hijo mayor de la reina Isabel II y heredero de la corona británica, hasta su trágica muerte en las calles de París, con tan solo 36 años.
A partir de un excelente trabajo de investigación que le permitió contar con mucho y variado material de las distintas épocas y de una notable edición, Ed Perkins (Garnet's Gold, Black Sheep) no solo expone las múltiples, fascinantes (y por momentos contradictorias) facetas de la personalidad de la princesa de Gales, desde su timidez inicial a su empoderamiento a la hora de enfrentar a la familia real y desarrollar una carrera con sello y vuelo propios, sino que además resulta un cuestionamiento muy contundente respecto de los excesos y miserias tanto de la propia monarquía como del vergonzoso accionar de los medios más amarillentos y sensacionalistas (que en Reino Unido han sido una plaga desde siempre), incluidos los paparazzi que la seguían las 24 horas del día.
En la inevitable selección y recorte que propone Perkins hay no solo mucho de tributo y veneración a Lady Di sino también un intento por exponer cómo su figura era tratada por los medios y por la propia sociedad británica. En ese sentido, queda expuesta una de las tantas grietas entre quienes amaban a y quienes renegaban de la realeza, y -más puntualmente- entre aquellos que reivindicaban el lugar provocador y cuestionador de Diana y otros que la denostaban por sus actitudes, decisiones y comportamientos tanto públicos como privados.
Por momentos más cerca de los trabajos experimentales con archivo del rumano Andrei Ujica, y en otros apelando a una musicalización algo intrusiva y machacona más propia del documental convencional, Lady Di es un trabajo adictivo que muestra en toda su dimensión (enfermiza) lo que significa soportar el peso de la fama. Diana lo hizo con la mayor dignidad y entereza posible hasta que una huida a toda velocidad terminó demasiado pronto y de forma brutal con su vida.