Blas Jaime, jubilado y expredicador Mormón, oriundo del litoral Argentino, reveló públicamente a sus 71 años, que es el último heredero de la lengua Chaná, etnia nativa de Sudamérica que se consideraba extinguida hace más de 200 años y de la cual se conocían pocos datos.
Pedro Viegas Barros, investigador y lingüista del CONICET, validó su lengua y hoy es reconocido por la UNESCO como el último Chaná parlante en el mundo. Juntos emprendieron la odisea de reconstruir la lengua y cultura, para que no desaparezca como tantas otras en el mundo.
¿Podrán hacer trascender su legado?