Si la vida no te da ni los limones...
Larry (Tom Hanks) se queda sin trabajo de la noche a la mañana. Habituado a una rutina sin sobresaltos, ni tampoco demasiados momentos especiales, decide dar un giro a su vida ingresando a la Universidad, algo que jamás pudo hacer ya que comenzó a trabajar tan pronto tuvo la baja en la Marina. Como todo camino de mil millas comienza con un solo paso, Larry pronto descubrirá que, una vez tomada una decisión fundamental, es cuestión de tiempo (a veces, muy poco) para que lluevan nuevas encrucijadas interesantes. Por ejemplo, su profesora Mercedes, "Mercy" (Julia Roberts).
A esta desencantada profesora de oratoria, el alumno a destiempo le causa intriga, fastidio y una cuota de admiración. Si bien sus interacciones son más bien acotadas al principio, sobre la mitad del filme encontrarán la tónica para llevar la historia a buen puerto. Lejos de sus mejores roles, Tom Hanks y Julia Roberts se las arreglan para ofrecer un filme básico, por momentos lento, pero de buena progresión y desenlace previsible, con moraleja incluída.
Gracias al poco ambicioso guión que co-escribió junto a Nia Vardalos (cuya única gema, y de dudosa reputación, ha sido "Mi gran casamiento griego"), Hanks consigue una propuesta sencilla y eficaz, con todos los condimentos para entretener a la familia sin mayores pretensiones. Los actores no se esfuerzan demasiado y el guión funciona: es suficiente. Quizá uno se acostumbró a pretender algo más de actores premiados y taquilleros como Hanks y Roberts, y pese a las decepciones ("La Terminal", o "Comer, rezar, amar" respectivamente) siempre tiene la esperanza de que regresen con gloria. Pero para Hanks, claramente, dividirse en un rol triple tiene sus costos.