Una ruta con sorpresas
Después de haber participado en numerosos festivales y de recibir tres de los principales premios del apartado Semana de la Crítica en el Festival de Cannes, la ópera prima de Pablo Giorgelli llega a las salas argentinas.
Las acacias es un relato conmovedor realizado con pocos elementos y con la emoción colocada en primer plano. En ese sentido, recuerda a Historias mínimas, el filme de Carlos Sorín. Acá la ruta se convierte en un inesperado lugar de encuentro entre seres solitarios.
La trama es sencilla: un camionero tosco y de pocas palabras (Germán de Silva) recorre por cuestiones laborales la ruta que une Asunción del Paraguay con Buenos Aires. Sólo que esta vez tiene un encargo: llevar a una mujer paraguaya (Hebe Duarte) y su beba, a destino.
El realizador Pablo Giorgelli entrega una película minimalista, construída con escasos diálogos, cruces de miradas y miles de kilómetros que se convierten en un verdadero desáfío para los protagonistas. El tiene una coraza, hace ocho años que no ve a su hijo y su mejor amigo es el camión en el que transporta troncos de acacias. Ella, con su hija a cuestas, es una mujer sola que busca nuevas oportunidades en la ciudad.
Tensa y distante al comienzo, la travesía se verá enriquecida por detalles que harán que los tres se vayan encontrando en un mundo tan pequeño como prometedor. ¿Cómo hacer para que un relato de estas características interese al público?. La respuesta es sencilla: a veces menos es más. El realizador plasma en bellas imagenes la soledad, el dolor y la pérdida en la boca de personajes que ansían formar una familia. Cuando se cae el cascarón, las emociones y los sentimientos largamente postergados empiezan a girar como las ruedas del inmenso transporte. Y a gran velocidad.