El cine como forma de vida. La sala de proyección como continuidad vital de los cuerpos que en la oscuridad encuentran compañía en alguna tarde, o en todas las tardes de cada una de las protagonistas.
María Álvarez debuta en la realización con un film potente, con ideas que superan las anécdotas que cada una de las pintorescas cinéfilas cuentan, y que tienen al cine como eje temático, pero también como excusa para hablar de la vejez, la familia, la soledad y el vacío.