Cuando era niño, íbamos a una cala bajo los acantilados, llamada Hope Gap (…)”, narra en off el joven Jamie (Josh O`Connor) mientras las imágenes traducen la felicidad de aquellos años junto a su padre Edwdard (Bill Nighy) y su madre, Grace (Annette Bening) unidos en familia. Han pasado décadas de aquel recuerdo intacto que en se enfrenta a un presente doloroso tras la separación de sus padres, luego de 29 años de matrimonio.
El afamado guionista inglés William Nicholson (Tierra de sombras, Los miserables y Gladiador), escribió esta historia autobiográfica en 1999 como una obra de teatro que, finalmente decidió trasponer al cine, tras años de su primer largometraje Firelight (1997). La película conjuga el drama y el romance bajo un tono poético e intimista para hablar de las consecuencias del desamor, el matrimonio, el abandono, los vínculos entre padres e hijos y los roles que se van modificando con el paso del tiempo.
Desde el inicio, las secuencias dan testimonio del quiebre y la tensión que se respira en el interior de la casa en la que vive Edward, un callado y paciente profesor de historia, junto a su esposa Grace, una mujer dominante, de carácter y amante de la poesía. Con pequeños indicios se expone el desgaste cotidiano de una relación madura a punto de romperse. El espacio cobra un nuevo significado en relación al clima de opresión y hastío que se respira en ese hogar, donde cada uno se dispone distanciado del otro. La frialdad de los gestos se vuelve un síntoma naturalizado, hasta que Edward toma la decisión de separarse y el mundo de Grace se cae a pedazos en medio de la visita de su único hijo, Jamie. Presenciar esa ruptura, significó un quiebre emocional, el duelo ante los años felices y un cambio de rol frente a sus padres.
Del peso intimista que se libra entre las paredes de esa casona al sur de Inglaterra. El paisaje costero de Hope Gap- que da título original a la película- define a sus protagonistas y los dota de una pertenencia familiar, que ya no les pertenece. ¿Cómo quitarle el significado emocional a un lugar que simbolizó la felicidad? ¿Cómo enfrentar el desconcierto de la soledad?
Con un buen elenco y sólidas interpretaciones del trío Bening-Nighy -O`Connor, Las cosas que no te conté brinda al espectador un relato clásico y refinado, de tono nostálgico y poético, desde la mirada de un hijo que observó su mundo desmoronarse. Con un fuerte peso en el guión, la densidad madura de los diálogos de Nicholson reflexionan sobre los ciclos del amor, los vínculos que nos unen y el poder reparador que se revela ante los cambios.
LAS COSAS QUE NO TE CONTÉ
Hope Gap. Reino Unido, 2019.
Dirección y guion: William Nicholson. Intérpretes: Annette Bening, Bill Nighy, Aiysha Hart, Josh O’Connor, Nicholas Burns, Rose Keegan, Sally Rogers, Steven Pacey y Nicholas Blane. Edición: Pia Di Ciaula. Fotografía: Anna Valdez-Hanks. Música: Alex Heffes. Duración: 100 minutos.