Los desafíos del cine
Luego de una extensa carrera como cortometrajista experimental, Melisa Aller se enfrenta al largo siguiendo las formas con las que venía trabajando. En Las Decisiones Formales (2015) aborda el tópico de la diversidad sexual pero corriéndose de todos los lugares comunes.
Motivada por los avances jurídicos y civiles en materia de género, como La Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género, Aller profundiza sobre las falencias que aún existen en materia de inclusión social y laboral para el colectivo Trans. Y lo hace a través de la mirada de Kimby, quien subsiste diariamente (y como puede) vendiendo desde turrones hasta medias en los vagones del tren, mientras sueña con una vida mejor en su Córdoba natal junto a al hombre que ama pero no puede jugarse por ella.
Las Decisiones Formales es un desafío tanto para el espectador como para la propia cineasta. Para el espectador porque se enfrentará a una obra no convencional estética y narrativamente. Y también lo es para Aller que filmó cronológicamente la película en el formato hogareño de Súper 8 montando en cámara, es decir que la única edición de imágenes es en la propia cámara.
Aller trabaja la trama desde una poética ambigua en donde ficción y realidad se entrecruzan. Pero también hay canciones y la historia de una chica que no se da por vencida pese a que las condiciones del mundo que habita no son las ideales. No hay un género definido, ni tampoco importa, por eso Las Decisiones Formales es un híbrido y una apuesta a conectar con un espectador que busque enfrentarse a una obra que, además de comprometerse socialmente, provoque rupturas cinematográficas formales.