Esportazione amore
Tercera parte de Manual de amor (Manuale d'amore, 2005), Las edades del amor (Manuale d'am3re, 2011) está concebida como un producto para cruzar fronteras, por la reiterada presencia de imágenes publicitarias de toda Italia y figuras internacionales en su elenco.
Tres historias enlazadas por un joven taxista que cumple el rol de presentador y cupido a la vez: “Juventud” se centra en Roberto (Riccardo Scamarcio, actor de Tengo algo que decirles y A Roma con amor) que realiza un viaje de negocios por dinero y planea casarce con Sara (Valeria Solarino) a su regreso. Pero en el camino se topa con Micol (Laura Chiatti) con quien vivirán un amor pasional que pondrá en duda su futuro. “Madurez” es la mejor historia: protagonizada por Carlo Verdone en el papel de Fabio, un presentador de un noticiero que se ve enredado con una amante bipolar (Donatella Finocchiaro) que lo pondrá en peligro. “Mas allá” es el relato donde aparece Robert De Niro en el papel de Adrián, un profesor norteamericano de historia del arte que se enamorará de Viola (Monica Bellucci), la hija de su mejor amigo Augusto (Michele Placido).
Manual de amor se estrenó en argentina luego del éxito descomunal en su país de origen, la segunda parte no pasó por los cines locales, mientras que ahora llega la tercera con su propuesta internacional, estrenada como si se tratare de una película sin relación con sus precedentes.
El trípico dirigido por Giovanni Veronesi tenía su razón de ser en las reglas por las que supuestamente atraviesa toda pareja enamorada. La irracionalidad del enamoramiento provocaría los momentos cómicos del film y la ternura del románticismo el elemento unificador, a través de distintas historias “sobre el tema”.
Decíamos que la historia que mejor funciona es la protagonizada por Carlo Verdone (quien actúa también en las anteriores), porque es la única que le imprime el espíritu cómico-tierno de la primera parte. El registro de aquella historia es por lapsos la comedia picaresca que extrae lo mejor del actor cómico, tornando simpático el drama trágico cómico que surge de las consecuencias de su relación extramatrimonial.
Las demás historias imprimen un aire existencialista al relato que no condice con la estética publicitaria de las panorámicas constantes de la Italia turística. Sus personajes no conmueven ni llegan a divertir lo suficiente aunque son encarnados por figuras internacionales (los italianos Riccardo Scamarcio, Monica Bellucci a los que se suma el norteamericano Robert De Niro) que sirven únicamente al objetivo de llevar público a las salas.