La calentura de los tanos
Cuando leí que los críticos le daban con un caño a este trabajo del director toscano Giovanni Veronesi, pensé que seguramente se estaría exagerando el odio, pero la verdad es que coincido con la mayoría de los despotricos que hubo al respecto. "Las edades del amor", ¡3!, algo que obviaron seguramente para no espantar tanto al espectador de antemano, es tan mala que dan ganas de levantarse y pedir que nos devuelvan el valor de la entrada.
Para entender un poco los pongo en contexto. "Las edades del amor" en realidad son tres cortos "románticos" unidos por la aparición de un cupido berreta que aparece entre cada entrega, como para justificar que se junten 3 historias muy dispares en una producción novelesca de poca monta. Supuestamente la película quiere mostrar tres etapas del amor, la juventud, la madurez y algo así como el amor en el último tramo de nuestras vidas, pero en realidad lo único que termina mostrando son situaciones inverosímiles que lo único que hacen es reivindicar la superficialidad de las relaciones amorosas de hoy en día. "Lo único que deseo en la vida es casarme con esta mujer" dice el protagonista de la 1ra historia y a los 10 minutos le está dando duro a una fulana de un pueblo donde le toca hacer un trabajo que le encomendaron desde su empresa. "Nunca le he sido infiel a mi esposa" dice el veterano conductor de la 2da historia mientras maulla, sí, ¡maulla! con otra fulana que tiene problemas psicológicos y órdenes de restricción en su contra por acoso. La historia final, en la que actúan De Niro y Bellucci, es la más pasable, aunque digamos la verdad, por más que estén estas dos estrellas de cine, tampoco es la historia más inteligente. Para poder disfrutar de algo medianamente bien realizado, hay que esperar dos tercios de metraje, y la tercera historia ni siquiera es un corto que pueda salvar la imagen irritable que dejaron los dos anteriores.
Los personajes son totalmente efímeros, algunos hasta con caracterizaciones ofensivas. Se confunde lo que es amor con calentura sexual, o mejor dicho, se impone que el amor es calentura sexual. No me gustó, ¿se nota? Una pérdida de tiempo y dinero.