Alumnos y alumnas se preparan para los exámenes finales con las más diversas tácticas de estudio. Llega el día de dar los orales. Profesores más o menos exigentes, nervios, tensiones, frustraciones y la liberación final. Luego, a esperar las notas y firmar las libretas. La cámara fija de Eloísa Solaas va hasta las facultades de la UBA del título (Arquitectura, Derecho, Física, Filosofía, Sociología, Botánica, Diseño de Imagen y Sonido, y hasta un bienvenido descanso musical con una prueba de piano) para narrar la intimidad de la vida universitaria en su momento decisivo.
Puede que el dispositivo elegido por Solaas (egresada de Imagen y Sonido, premiada como mejor directora en la competencia argentina del último Bafici por esta ópera prima) resulte demasiado rígido, pero la capacidad para poner la cámara en el lugar exacto y luego seleccionar los momentos más importantes (siempre con el objetivo puesto en los rostros de los alumnos y con las preguntas, observaciones y evaluaciones de los docentes en el fuera de campo) hace de Las facultades un acercamiento en varios pasajes fascinante a la dinámica de las universidades públicas.
Las diferencias entre el clima muchas veces caótico de las carreras de Humanidades y el contexto solemne y atildado de Derecho quedan evidenciadas sin que Solaas necesite subrayar elemento alguno. Un relato construido con los mejores recursos y atributos del documental de observación, con Frederick Wiseman como principal referente.