Sin duda alguna Winston Churchill fue una de las figuras más importantes del Siglo XX, y esta nueva producción (que se suma a una larga lista) da cuenta de eso pero de manera diferente.
Aquí hay una excelentísima construcción (y deconstrucción) por parte de Gary Oldman, en uno de los mayores desafíos de su carrera y por el cual tiene altas chances de ganar el Oscar a mejor actor.
Las horas más oscuras presenta un gran relato, a veces intimista, de lo que fue su asunción como Primer Ministro en plena Segunda Guerra Mundial, y su vida personal.
Oldman lo encara como alguien estridente y medio gracioso, pero también histérico y preocupado.
La puesta es muy buena, un gran diseño de producción. Pero no se puede esperar menos de alguien como Joe Wright, quien viene de hacer la fallida Pan (2015) pero también la muy exitosa Anna Kerenina (2012).
Los tiempos están muy bien manejados pero no así la narrativa por ciertos momentos en los cuales Oldman no se encuentra en pantalla.
La fotografía es otro punto fuerte, al igual que la banda sonora.
Pero pese a todo esto, no deja de ser una biopic más. Es decir, no hay sorpresa ni épica que emocione en el relato y por lo tanto se siente un film un poco vacío.
En definitiva, Las horas más oscuras es una buena película que cuenta con una maravillosa interpretación de su protagonista.