Comedia ramplona de chistes oxidados
Las Ineses parte de una premisa forzada: dos vecinas con el mismo apellido de casadas dan a luz el mismo día en la misma maternidad y sospechan de un presunto intercambio de las bebas. Y la sostiene como puede a lo largo de una historia que avanza a los tropezones, mayormente a expensas de una suma de arbitrariedades que el guión hilvana sin culpa ni control. Las situaciones, el registro de actuación y la sobrecargada banda sonora remiten a los procedimientos más ramplones de la comedia televisiva. La insistencia con el oxidado chiste de la suegra transformada en bruja no ayuda demasiado: se podría pensar que es el personaje que le toca en suerte a Luciano Cáceres, quien estigmatiza al de María Leal, pero no: la película ratifica su condición de "yeta" vinculándola despreocupadamente con la desgracia de Maradona en el Mundial 94.