Separadas al nacer
Antes que nada: aléjense de ese poster y por un momento olvídenselo. Ahora sí, comencemos.
En 1985, cuando aún no era habitué realizar pruebas de ADN para determinar la paternidad de un niño, surge algo inesperado: dos niñas con el mismo apellido nacen el mismo día. Y todo indica que hubo un cambio no premeditado de los bebés. De esta forma comienza esta comedia blanca marcada por la artística de las escenas, una pincelada de humor negro y un elenco con definida interpretación de sus personajes.
Tenemos como figuras centrales a María Leal (impecable trabajo y la que más se destaca), Brenda Gandini y Luciano Cáceres (en un papel muy atípico para él y alejado de los estereotipos que suele encarnar en televisión). Y luego secundarios que no por eso no se hacen notar: Valentina Bassi es otra actriz a la cual por alguna razón se la ha encasillado y no acostumbramos ver en comedias, y en el film participa de muchas de las situaciones cómicas.
El arte, vestuario y escenarios nos permiten sumergirnos en ese ambiente costumbrista, ese pueblo alejado de Buenos Aires y alejado en el tiempo. Para quien no entienda ese conjunto es muy probable que no llegue a largar carcajadas con las situaciones tragicómicas que dan vida los personajes y 74 minutos de película les parezcan largos. Pero quienes lo tomamos de esa forma, nos quedemos con ganas de saber algo más sobre estos individuos. El director y guionista Pablo José Meza logra construir con detalles diálogos muy significativos de ese entorno.
Lo único a destacar como altibajo es la musicalización. Aún comprendiendo el contexto campestre, se abusa en demasía con la temática a cada momento. Como que los climas pierden su propia gracia por el estallido de la música.
Queda demostrado con Las Ineses que es posible hacer buenas comedias familiares en el país. Es necesario buscar la originalidad y encontrarle el ritmo para que no termine cayendo en el grotesco y el cliché.
¿Ven por qué les decía lo del poster al comienzo? Es lo malo que tiene esta película y por lo cual muchos no le presten la debida atención. Pero tiene que darle una oportunidad, disfrutarla y salir con una sonrisa de la sala.