Polonia, 1945. En un convento a las afueras de Varsovia, unas monjas llevan su aislada y austera vida, pero a la vez, también esconden un terrible secreto. Y es que hace meses fueron violadas por miembros del ejército rojo. Ahora con varias de ellas embarazadas, deberán abrir las puertas del lugar y de sus creencias a un par de médicos de la Cruz Roja que las intentaran ayudar para llevar adelante los últimos momentos de embarazo.
Solo basta leer la sinopsis para saber que estamos ante una película bastante densa, y no por lo aburrida, si no por el tema pesado que toca. Y no hablo solo por la violación en sí, si no quienes la sufren, el contexto histórico en el que sucede todo, y la eterna duda de si hacer lo correcto según las creencias o el criterio de cada uno.
Es una lástima que ante tanto potencial, Las Inocente no termine por explotar ninguna de las varias puertas que se abren. Por un lado tenemos como la Iglesia y su forma de pensar, hace frente al embarazo por violación y más aun cuando son ellos mismos quienes lo padecen; y por otro lado tenemos el siempre interesante tema de la ciencia versus la religión. Y por desgracia todo se queda a medias tintas.
Si tuviera que decir cuál es el tema central, el conflicto de fondo que cuenta Las Inocentes, no sabría decirles, ya que como escribí en el párrafo anterior, las buenas premisas que se tenían se tratan con bastante frialdad, siendo lo que más vemos la relación de amistad que forja la doctora Mathilde (Lou de Laage) y una de las jóvenes monjas.
De hecho, a medida que el filma avanza, vemos otro minis arcos argumentales que se abren (y que no comentaremos cuales son), que quedan en la nada, ya que no tienen conclusión, o a los pocos minutos se cierran.
Es una lástima que Las Inocentes toque muy por arriba estos temas, ya que ver la postura de la Iglesia en dicha época con respecto a ciertos temas hubiera sido interesante, pero viendo el film, se nota que el guionista Pascal Bonitzer no se animó a llegar demasiado lejos y prefirió quedarse con lo políticamente correcto, intentando quedar bien con todo el mundo.
Las Inocentes se muestra como una película que verá mucha gente debido a su temática y seguramente entre dicho público le irá bien. Pero si se la analiza con un poco de ojo crítico, se nota que es un film bastante chato que nunca se arriesga a trasgredir más que desde una premisa bastante fuerte, y que se queda en eso, una premisa fuerte. Una pena que a veces este tipo de cine tampoco se anime a ser políticamente incorrecto.