Esta coproducción entre Argentina y Perú, dirigida por Rosario García Montero es un filme de gran belleza y variados recursos narrativos, que pese a tener un tono realista, no teme jugar con el surrealismo para hurgar en la mente adulta de una niña tan inocente como pesimista. La banda de sonido acompaña las imágenes de una fotografía pictórica que acentúa los climas de cada escena. Cine latino de calidad, para descubrir.