Se desarrolla en Paris en 1962, vemos un matrimonio que lleva una vida armoniosa y estable ellos son Jean-Louis Joubert (Fabrice Luchini) quien se dedica a las finanzas, ella Suzanne Joubert (Sandrine Kiberlain) vive sumergida en las actividades sociales, y tienen dos hijos Bertrand Joubert y Olivier Joubert (Camille Gigot y Jean-Charles Deval) pupilos en un colegio.
La vida de ellos cambia cuando su empleada domestica decide irse luego de una discusión, pero muy cerca vive un grupo de mucamas españolas que para escapar del franquismo y la pobreza ahora trabajan en Francia, ellas son las mujeres del sexto piso del edificio.
Ahora Suzanne no sabe qué hacer con su casa, y contrata a María González (Natalia Verbeke, actriz argentina, de “Apasionados”, “El hijo de la novia”), acaba de llegar de España y sin ninguna experiencia laboral, pero quien la recomienda es su tía Concepción Ramírez (Carmen Maura), una de las mujeres del sexto piso, entre todas esta mujeres existe la solidaridad y se ayudan entre sí.
Inesperadamente, Jean-Louise lentamente va dejando de lado su vida burguesa, entablando un vínculo muy especial con María y el resto de las mujeres, irá descubriendo sentimientos y emociones, se va contagiando de esa alegría española, relacionando con todas ellas, conociendo sus problemas, sus historias y sus inconvenientes. Así lentamente su espíritu adormecido recuperará la alegría, dándole otra visión a su vida, un nuevo giro, y llega lo previsible se enamora de María, aunque conoce muy poco de ella en un principio y todo se complicará.
Es una comedia muy simpática, sencilla y previsible, aunque está bien contada y actuada, es todo el tema lo de las diferencias sociales, como se van estableciendo las migraciones en diferentes países y según sus épocas, vemos a estas mujeres inmigrantes españolas que buscan una vida mejor y trabajan como amas de casa para las familias ricas de Francia en el mismo edificio, pero con cierta ironía en un piso más arriba.