“Las noches son de los monstruos” de Sebastián Perillo. Crítica.
Terror en el interior del país.
Francisco Mendes Moas Hace 9 horas 0 103
Lla segunda película de Sebastián Perillo, “Las noches son de los monstruos” es una pequeña fábula de terror, contando con la participación de Jazmin Stuart y Esteban Lamothe. Llega a la sala de todos los cines este jueves 10 de marzo.
Sol y su madre se mudan a la casa de Gonzalo, la pareja de la última. Nueva ciudad, nuevo colegio, nuevos compañeros de vida. Pero nada es tan sencillo, el maltrato escolar es casi inmediato y poco a poco la fachada de buena persona que buscaba mantener Gonzalo se desarma. Salvando a un gran perro blando de una trampa para pumas, Sol consigue una conexión especial con la criatura, que le ayuda a afrontar la difícil situación.
Cada vez son más las películas de género que deciden alejarse de las grandes urbes para crear sus terroríficas atmósferas. Emulando así, de manera criolla, aquellos suburbios que decoraban los clásicos de terror de los años 80s. Perillo le brinda una solución fantástica que aplaca la difícil situación de ser adolecente en un pueblo donde nada es lo que parece. Sin conocer a nadie, ni contar con el apoyo de su madre, Sol solo depende de su relación con el perro para poder sobrevivir.
El miedo y la risa van de la mano, ya sea por comicidad o por el alivio de no morir o sufrir como los personajes de la pantalla. “Las noches son de los monstruos” de Sebastián Perillo tiene ambas. Un gran recuerdo a las noches de fin de semana tras pasar por el videoclub y posee una cualidad casi nostálgica y en simultáneo moderna.