Es simpática. ¿Qué implica que un film sea “simpático”? Pues lo mismo que cuando uno describía a una chica como “sí... es simpática”: carece del atractivo suficiente como para conquistarnos pero, al menos, es de caer bien a la mayoría de las personas. Este film forma parte de lo que podríamos llamar “comedias de la inmadurez” o de la adolescencia eterna (Virgen a los 40, Este es el fin... y otras que examinan la inmadurez) y aquí tres amigos deciden permanecer sin compromiso tras la fea ruptura amorosa de uno de ellos. Como la biología y los guiones están para eso, el amor cae y el pacto se vuelve inestable. El problema es que los diálogos son pobres y las situaciones, trilladas: lo que vuelve el conjunto visible y amable (en un sentido más bien tenue) es el trabajo de los protagonistas, que resulta un conjunto de buenos comediantes que parecen comprender mejor a sus criaturas que el director. En algunos momentos, incluso se parece a una película argentina mediocre.