Ni Hansel y Gretel se salvan
Hubo una vez una nena de caperuza roja que fue sorprendida por un lobo y tuvo que resignarse a encontrar muerta a su abuelita. La nena en otra versión fue salvada por un leñador y con la abuelita comieron perdices muy felices. En síntesis, Charles Perrault en el siglo XVII y Grimm en 1812, recogieron del acervo popular las historias que alertaban a los niños contra los desconocidos.
Por supuesto que hubo otras versiones. Ninguna de éstas es tomada en esta historia, que sólo tiene de "Caperucita" la presencia de una jovencita con caperuza roja y canastita, una abuela muy moderna y un lobo medio desubicado con algunos compañeros de ruta.
ARTES MARCIALES
La Caperucita de esta historia sabe artes marciales, hace "puenting" para recuperar la canastita perdida, de inocente no tiene nada y sus ojos enormes son herencia directa del "manga" japonés. Tiene una abuela que está en problemas y también hay protagonistas de otro cuento famoso que han sido secuestrados.
Esta Caperucita en 3D podría haberse llamado "Pepita, la pistolera" o María Perez, de la de la historia conocida no tiene nada. Cuenta con un lobo y el simpatico Twitchy que la ayudan y debe enfrentar monstruos que, con astucia, derrota.
La película es obra de un director debutante en el largometraje, pero no un desconocido del género, porque formó parte de éxitos como "Pocahontas" y otros animados. Su característica es el ritmo, la acción, sus constantes peleas, alguna imponente araña, para asustar un rato hasta que se vuelve buena y una abuela que parece haberse entrenado en gimnasios de moda y formar parte de "Las hermanas de la Caperuza".
No hay leñador, porque la "Super Chica" Caperucita no la necesita y Hansel y Gretel parecen dos asesinos seriales, gordinflones y antipáticos, que responden en su físico y voz a cierto estereotipo antigermano. Es un filme para pasar el rato, marearse con tanta acción y olvidar enseguida.