Hace algunos años se estrenó en la Argentina Hoodwinked, una película animada que transformaba el cuento de Caperucita Roja en un caso policial y cuya estructura -no se asuste de la referencia- era como la de Rashomon: cada personaje cuenta su versión del asunto. Era graciosa e inteligente, más allá de que no se tratase de una producción de altísimo presupuesto. Especialmente, rescataba la vieja tradición del cartoon americano de mediados del (ay) siglo pasado. Sin embargo, era totalmente imprevisible que esa película chica y agradable, que no fue un gran éxito en ningún lado (aunque sí uno moderado) tuviera una secuela. Pero -sorpresa- aquí está. Esta vez, la parodia va por el lado de los films de espionaje -hay una agencia secreta, hay una logia, hay que resolver el secuestro de Hansel y Gretel, hay un torpe y gracioso grupo heroico, aunque sí se juega (la tradición Sherk viene haciendo estragos) con los cuentos de hadas tradicionales. Ahora bien: cuando un film no está “obligado” a ser un tanque, parece que sus realizadores se dan cuenta y, simplemente, se divierten. Y lo que tiene este también pequeño y agradable cuento es que esa diversión se transmite. Mucho gag, claro, y si bien no todos son efectivos, muchos de ellos dan en el blanco. Y, por cierto, el personaje más interesante y cómico es el siempre torpe y equivocado Lobo del cuento. Aquel viejo cartoon, pues, en este nuevo envase.