Menos moraleja y más acción
Las caperucitas rojas de ahora no son como las de antes. El tiempo ha pasado y la protagonista de este tradicional cuento infantil es ahora una súper heroína cinematográfica a quien, incluso, le molesta que la tilden de “niñita”. Junto con la abuelita, el lobo, y unos extraños Hansel y Gretel, entre otros, este film animado para niños se apoya en los textos infantiles para robarles sus personajes y parodiarlos, jugar con ellos y contar una historia de aventuras dinámica, graciosa, y repleta de imágenes reconocibles para los más chicos.
Mientras Caperucita Roja se entrena con un grupo secreto llamado “Las hermanas de la caperuza”, su abuelita es secuestrada por una bruja con maléficas intenciones. Los agentes de la HEA (siglas que en inglés significan Finales Felices para Todos), comandados por la rana Nicky, deben salir al rescate y para dicha misión convocan a Caperucita. Conseguir el ingrediente secreto de una trufa que hace invencible a quien la coma, es la principal meta de la bruja, pero como sólo la abuela de Caperucita lo sabe no la liberará hasta obtener dicho secreto. Con esta dificultosa y arriesgada tarea, las hazañas de Caperucita y sus amigos consiguen que el film cobre acción y, junto con el atractivo del 3D, mantener la atención de los chicos.
Siguiendo cierta tradición iniciada por la conocida Shrek (2001), esta película reúne en una misma historia a personajes de distintos cuentos e incluso con sus roles invertidos. Si tradicionalmente el lobo feroz se quería comer a la dulce Caperucita y a su abuela, ahora es su amigo y principal ayudante. Hansel y Gretel tampoco resultan ser los niños inocentes y temerosos del cuento homónimo. Y la abuelita es aquí una agente valiente y temible. En este juego de parodias e inversiones todo se trastoca y resulta cómico y ridículo. Este recurso utilizado por el film abre nuevas versiones de las historias originales y con esto apela un público infantil para nada pasivo.
Por otro lado, también es factible que los más pequeños desconozcan a los personajes ya que pueden resultar antiguos. O bien que Las nuevas aventuras de Caperucita Roja (Hoodwinked Too! Hood vs. Evil, 2011) tenga algunos guiños no muy fáciles de captar para los más chicos. Sin embargo esta secuela tiene la frescura de los dibujos animados, repletos de gags y situaciones absurdas, y la redundancia necesaria para seguir la historia sin problemas y entretenidamente. Y por supuesto que el placer de los cuentos infantiles, donde los malos son castigados y los buenos recompensados con el esperado final feliz, se mantiene vivito y coleando, aún cuando no todos los malos resulten ser tan malos.