El lobo de mar
El argentino Adrián Biniez (Gigante, El 5 de Talleres) filma un trabajo disruptivo narrativamente que atraviesa el tiempo a través de diferentes flashbacks que marcan una época en la vida del personaje.
Alfonso (Alfonso Tort) sale de su trabajo y camina hacia el mar. Se saca la ropa y se tira a nadar. Como un lobo de mar emerge a la superficie pero en otra época y espacio. Así Alfonso atraviesa diferentes planos temporales que lo hacen regresar al pasado para resolver varias dudas que lo inquietan.
Dividiendo cada flashback con el título de una obra de Julio Verne, Biniez trabaja un relato fragmentado, que funcionan como si se trataran relatos cortos atravesados por un común denominador que no es otro que el personaje central. Alfonso nada, sale a la superficie y se encuentra con su madre, nada y vuelve a la tierra para encontrar a sus amigos de la infancia o a su ex mujer con su nuevo marido.
El realizador cuenta la vida de Alfonso, con la particularidad de que el actor interpreta al personaje de niño, de joven y de adulto sin cambiar un ápice su apariencia. Este recurso hace que sus vueltas al pasado sean a partir de la visión que tiene a esta edad y no la que le correspondería a ese momento de su vida.
Por momentos surrealista, cargado de un humor donde predomina la ironía y la acidez, y por otro con cabos sueltos que no tienen la necesidad de encontrar una explicación, Las olas tiene la frescura del mar y la calidez del sol veraniego con un gustito muy uruguayo.