Las playas de Agnès, de la veterana Agnès Varda (Cléo de 5 a 7, Sin techo ni ley, entre muchas otras) tiene una estructura arborescente, fragmentaria, tan digresiva como enfocada y con no pocas derivas y no pocos reencauces sorprendentes. Varda revisa su vida, la vida de la segunda mitad del siglo XX (Varda nació en 1938), su vida con su marido Jacques Demy (el de la obra maestra Los paraguas de Cherburgo, y el de la imprescindible Lola), sus amores, sus preferencias, sus reflejos, sus fotografías (Varda es también una gran fotógrafa). Las playas de Agnès es una celebración inteligente de la vida y del arte, de las playas, de los espejos, una película abierta que necesita espectadores abiertos, que puedan emocionarse allí donde conecten con la carismática Varda y no que se emocionen con momentos prefabricados. Las playas de Agnès es justamente lo contrario de lo prefabricado, es la demostración de que el mejor cine es el que busca nuevos ángulos para eso que ya conocemos, tanto del cine como de la vida. O sea, no se la pierdan.