Como las ondas del mar que con las olas llevan y traen historias, la directora belga nos invita a este viaje de ensueño donde se propone autoretratarse en diferentes aspectos de su vida, que llegan como reflejos de un espejo que se autorrefleja: entre la memoria y la representación; entre la vitalidad y el desparpajo; entre el cine y la fotografía donde aparecen los momentos importantes como las playas, la China de Mao, la Cuba revolucionaria, el flower power y la figura excluyente de su esposo Jaques Demy, quien junto a su familia se hace acreedor de este legado cinematográfico de una creatividad desbordante al punto de cautivar...