Cuenta la historia de dos mujeres en un contexto de extremada pobreza y escases (escasez en realidad) de recursos, dos mujeres embarazadas y la construcción de un vínculo de sororidad entre ellas. Tal la síntesis argumental.
El filme en realidad no presenta un conflicto determinado ni desarrolla, lo que podría haber sido se transforma en escenas salteadas en las que ambas involucradas vivencian el desprecio del “otro”, la cuestión de la sororidad (neologismo que nada significa en realidad) queda destruido al ser dos médicas las que las dejan desamparadas, en distintos centros de salud. Carla (Marina Merlino) esta embarazada de 37 semanas, Juana (Ailin Salas esta cursando la trigésimo tercera semana, ambas con historias de violencia. Ninguna de las dos es madre primeriza.
Por lo que mucho de su accionar queda en el orden de lo inverosímil, Marian Merlino compone muy bien su personaje, lo sostiene, es creíble, demuestra interesantes herramientas histriónicas, lo contrario sucede con