Drama con Ailín Salas sobre la maternidad en contextos vulnerables
Desde una estética natural y campestre, Pedro Wallace realiza un relato concentrado en la figura de sus protagonistas quienes emprenden la travesía que deben llevar a cabo.
Las preñadas (2022) trabaja sobre el embarazo y la salud en una zona geográfica específica. Al mismo tiempo, es un drama sobre las madres, las hijas, la infancia, la figura del padre y sobre la amistad.
Juana (Ailín Salas) y Carmela (Marina Merlino) son vecinas en una localidad en la frontera entre Argentina y Brasil. Cada una está embarazada y tienen hijos menores. Un día Carmela se siente mal y decide ir al hospital. Juana decide acompañarla. Ambas emprenden un camino hacia el hospital, mientras los niños se quedan jugando en la casa de Carmela.
Al llegar al hospital no reciben atención, por lo que emprenden un camino más largo hacia un hospital en la ciudad. Una situación que muestra los temas sociales y familiares de cada una. Las protagonistas tendrán que cruzar la naturaleza hasta llegar y enfrentarse en el otro hospital a las mismas dificultades, hasta que Carmela pueda dar a luz.
Es interesante que el relato construye su propio ritmo y clima. El lugar donde viven Juana y Carmela marca el tiempo en que se presenta la historia, algo que se percibe en el ambiente y en las actividades cotidianas. En ese punto la naturaleza es parte de la construcción visual, y así se forma una relación entre la idea del embarazo y la relación con lo natural. De igual manera, el conflicto aparece lentamente, y se muestra que la tensión y las dificultades están presentes a lo largo del relato.
Es atractivo también que el film presente distintos elementos en paralelo. Por un lado, los niños y su presencia desde el juego y la diversión. Y por otro lado, el drama de las madres frente a la figura del sistema de salud que al mismo tiempo muestra otros temas sociales y que se relacionan con aspectos más amplios, y muestra la situación de todo un espacio geográfico.
Finalmente, esta coproducción entre Argentina y Brasil tiene un estilo de road movie a pie, donde la figura materna se lleva adelante desde un realismo social que visualmente tiene su propio tiempo y espacio (con planos y movimientos de cámara que se centran en el rostro) que establecen un ritmo propio. Así se puede construir un relato que resulta ser una mirada sobre los conflictos familiares y también, sobre la amistad.