En un Hollywood donde los cast femeninos vienen pegando fuerte, es más que lógico que se busquen ideas en todos lados. Warner solo tuvo que hurgar un poco dentro de su factoría para dar con un comic del -reciente- extinto sello Vértigo y encontrar The kitchen (La cocina), una miniserie publicada en 2015 sobre esposas de mafiosos que se hacen cargo del negocio cuando ellos van presos.
Esa es la premisa de la película, donde el famoso barrio Hell´s Kitchen de New York es también protagonista. Más aún a finales de los 70s cuando la ciudad atravesaba su peor momento en cuanto a crímenes.
Es en ese contexto donde conocemos al trío protagónico, cada una con una historia marital diferente, pero con un gran lazo que las une.
Sin dudas el mayor atractivo es la labor de Melissa McCarthy, Elizabeth Moss y Tiffany Haddish. El arco de transformación de sus personajes es muy bueno y muy sólido. Más si se tiene en cuenta la duración del film. Porque un buen punto de comparación sería la serie Breaking Bad, y fueron varios capítulos los que dieron lugar al cambio de Walter White. En cambio, aquí pasa todo rápido, pero bien.
La directora Andrea Berloff, de gran carrera como guionista y que se sienta en la gran silla por primera vez, hace un laburo muy emulador a clásicos de mafiosos pero sin ninguna distinción particular.
Hay algunos aciertos en secuencias de gran crudeza, humor negro y un montaje que acompaña muy bien esas cosas. Pero no mucho más que eso.
Una obvia comparación es Ocean’s 8 (2018), y a Las reinas del crimen se la nota más sincera, y menos forzada.
Es una película entretenida que te brinda un buen momento como espectador.