Mercedes Morán. Crítica
Al estilo de las películas del Oeste, dos mujeres defienden la riqueza natural.
Andrea Reyes Hace 1 día 0 131
Natalia Oreiro y Mercedes Morán nunca habían trabajado juntas, pero la oportunidad de compartir protagónico (junto a Diego Velázquez Dumbone) les llegó con la última perlita del director, Matías Lucchesi: “Las rojas”, que se estrena este jueves 14 de abril sólo en salas de cine, y que viene a consolidar la carrera del realizador argentino.
“Las rojas” es un film que se mete de lleno en el género del western (versión femenino), combinando mitología con paleontología. Es así que la película viene con una propuesta diferente y poco explorada en el cine argentino: se aboca al formato de las películas del Oeste –una de las más resonantes que viene a la memoria es “Aballay, el hombre sin miedo” (2010)-; y, además, pone en el rol protagónico a dos figuras femeninas, representando –de alguna forma- un poco lo que está pasando hoy en día con las mujeres y su valioso reconocimiento.
“Las rojas” trata sobre dos paleontólogas, Carlota (Mercedes Morán) y Constanza (Natalia Oreiro). Carlota es una experimentada y notoria profesional que por su labor se mantiene refugiada, junto a su gente, en un campamento entre las montañas. Allí descubrió restos fósiles de un hipogrifo, un animal mitológico mitad ave y mitad león; sin embargo, la paleontóloga guarda con recelo el santuario donde se halla su descubrimiento: cuestión que despierta la desconfianza de la fundación que financia su proyecto, y decide enviar a Constanza para que la supervise, ya que tiene dudas del hallazgo y la transparencia en el manejo de los fondos enviados.
La relación entre ambas mujeres, una ducha en el tema y la otra inexperta, es tirante y de total desconfianza desde el momento cero, a pesar de que –sin saberlo- comparten el mismo espíritu humanista y a favor de la preservación. La presencia de Freddy (Diego Velázquez), colega y rival de Carlota, rondando la zona las obliga a dejar de lado las tensiones y acordar en una misma causa, defender la riqueza natural, teniendo que guerrear contra sí mismas y un entorno materialista que hará lo que sea para apropiarse del secreto mejor guardado de la paleontóloga.